Tranquilizar nuestra mente:
A veces tendemos a alimentar nuestra propia ansiedad con pensamientos del tipo "¿y si no puedo dormirme?", " a lo mejor paso una mala noche".. estas anticipaciones y preocupaciones crearán un estado de alerta que hará más grande el problema. No podemos forzar lo que debe ser espontáneo.
Otras veces puede darse que estemos dándole vueltas a otro tipo de preocupaciones que nos activen mentalmente impidiéndonos conciliar el sueño.
Para tranquilizar nuestra mente podemos:
Desdramatizar, intentando racionalizar nuestros pensamientos hablándonos a nosotros mismos (en este artículo te explico cómo).
Apartar las preocupaciones de nuestra mente para ello podemos utilizar técnicas de distracción, por ejemplo: hacer cálculos mentales (contar de tres en tres hacia atrás por ejemplo), pensar nombres de países que empiecen por determinada letra, buscar objetos de un determinado color en la habitación, etc.
practicar técnicas de relajación.
Estoy en la cama pero no puedo dormirme:
Si una vez en la cama no puedes dormirte, es recomendable:
No mirar el reloj
Probar alguna técnica de visualización, por ejemplo: Imagina una vela encendida, con todo el detalle que puedas, procura mantener esa imágen en tu mente y que la vela no se apague. (lo de contar ovejitas es una técnica de éste tipo 😉
Hacer ejercicios de Respiración.
Si notas que llevas un rato en la cama sin dormir levántate y haz alguna actividad relajante hasta que vuelvas a sentirte cansado. (sentarte con los ojos cerrados a escuchar música suave por ejemplo).