Oh bienaventurados Ángeles Custodios
que moráis junto a la Fuente de toda vida
y desde allí con vuestra espada de luz
nos ilumináis, protegéis y atendéis fielmente,
vosotros que, por la amorosa piedad del Señor,
fuisteis puestos a nuestro servicio desde siempre
para ser nuestros custodios y guardar nuestras vidas,
a mí, que soy vuestro encomendado,
os ruego me deis la paz y felicidad que tanto ansío.
No os separéis nunca de mi lado,
alumbradme, defendedme y regidme en toda ocasión,
dadme vuestro auxilio, rogad por mis necesidades,
y procuradme el remedio que ahora tanta falta me hace
en esta mala situación en que me encuentro.
Oh mis buenos y hermosos Ángeles guardianes,
brillantes seres de celestes vestiduras
que contempláis de cerca la faz del Altísimo
y, por su amable y cálida Providencia,
tenéis la noble tarea de ayudar a los más necesitados,
vosotros que no nos desamparáis ni de noche ni de día,
y estáis atentos a nuestros sufrimientos y penas,
acudid a mí en este muy difícil momento,
dadme vuestro apoyo para que consiga lo que solicito,
haced que por vuestra milagrosa intervención
pueda salir con bien en este muy desesperado trance
que me ahoga e impide tener tranquilidad:
(exponer el problema y pedir con mucha fe
lo que se desea conseguir).
Mis Divinos Ángeles Custodios,
volad a lo alto de los Cielos con mis peticiones,
sed mis poderosos mensajeros
y suplicad por mí al Padre de misericordia
para que me conceda lo que con esperanza he solicitado.
Decidle lo mucho que preciso de su bondad
y que por favor me libre de las angustias que me rodean.
Ángeles de la gloria y del servicio
investidos del Poder de Dios,
que muy pronto vuestra luz descienda sobre mi
y con ella llegue la dicha y la paz a mi vida;
regaladme el privilegio de vuestra asistencia
os pido que ahora y siempre estéis a mi alrededor,
que vuestra dulce presencia
inunde de felicidad mis peores momentos,
y que vuestra compasiva compañía me proteja
en las sombras de la noche.
Oh benditos y santos Ángeles de mi guarda,
enseñadme a ser humilde de corazón
y a permanecer en el camino del amor a Dios,
pese a los obstáculos que se me presenten,
y dirigid mis sentimientos y acciones
para que sea bondadoso y benigno con los demás.
Así sea.
Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.
