Santos Ángeles servidores del Reino del Señor
sabios consejeros que me confortáis con amor,
guardianes fieles que vigiláis atentos mis pasos,
benéficos seres que desde la Gloria mediáis
para que me lleguen los bienes y gracias Celestiales:
os invoco para que por vuestro poder y bondad
intercedáis por mí ante Dios Padre Todopoderoso.
Pedidle que por favor me proteja, aleje y libre
de las malas palabras y malas acciones de mis enemigos,
de toda adversidad, desgracia y ruina
de las injusticias, los malos deseos y maldades
de todo peligro físico y espiritual,
para que una vez me sienta liberado de todo mal
pueda dormir con tranquilidad y vivir en paz,
y con vosotros agradecer la misericordia que Dios me da
y adorarlo, amarlo, servirlo y todos los días de mi vida.
Ángeles Sagrados, hermosos seres de luz,
con todo el poder de mi mente,
con toda la fuerza y energía de mi cuerpo,
con toda la sinceridad que nace de mi corazón,
os ruego que me defendáis, preservéis y guardéis.
Ángeles amados, que sois mi fuerza y guiais mis pasos,
haced que me vea libre de todo el mal que me desean
y de todo el mal que me pretendan hacer,
y, sobre todo, de todo mal o magia que me hayan hecho,
limpiad y purificad mi casa, mi trabajo y mi persona
para que desaparezca todo lo negativo,
y así, una vez eliminadas las malas vibraciones
pueda venir la buena suerte, la prosperidad y la abundancia.
Abrid mis caminos hacia lo bueno y positivo
para que se cumplan mis deseos de dicha y felicidad.
Ángeles elegidos por Dios que nunca me abandonáis
os ruego con inmenso fervor
que no dejéis de protegerme y darme vuestro amparo,
hasta que todo enemigo, envidia y maldad,
se alejen de mi vida, de mi hogar, trabajo y de mi alrededor,
haced que salga de esta mala racha que parece no tener fin
y consiga cuanto antes una buena estabilidad económica
que me permita vivir desahogadamente.
En especial solicito vuestra generosa ayuda para:
(hacer ahora con infinita confianza la petición).
Gloriosos espíritus inmortales
que por vuestra mediación me lleguen los favores del Cielo
asistirme en estos momentos de agobio,
llevad mis humildes y sinceras suplicas
ante el trono del Altísimo y de la Santísima Virgen María
y conseguid que por su infinita clemencia
sea cuanto antes atendido.
Gracias por estar siempre a mi lado.
Os ruego que como mis amigos y compañeros
no dejéis de brindarme vuestra caridad y ayuda,
vigilad mis caminos, dirigid mis pasos,
e iluminad mi vida para superar todas las situaciones
para que llegado el momento
pueda entrar en la Casa del Padre en los Cielos
y junto a vosotros disfrutar de la felicidad Eterna.
Así sea.
Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.
Fin de la conversación
