Vamos a hacer esta oración de la noche con fe para darle gracias a Dios por este día que termina y nos proteja de todo mal mientras descansamos. Toma un minuto hacer esta oración.
Señor bueno ya llega la hora de descansar, y quiero decirte, que estoy pensando en Ti, porque sin tu gracia no soy nada.
“Me levanto hoy, por medio de la fuerza de Dios que me conduce, Poder de Dios que me sostiene, Sabiduría de Dios que me guía, Mirada de Dios que me vigila, Oído de Dios que me escucha, Palabra de Dios que habla por mí, Mano de Dios que me guarda, Sendero de Dios tendido frente a mí, Escudo de Dios que me protege.”
Oh Jesús, dueño de cuanto existe, mi alma está ensombrecida por el sufrimiento en el mundo. La tormenta arrecia y no sabemos a donde nos lleve. Lloramos de pena, angustia, sufrimiento y muerte.
Lloramos las penas que nos acontecen en estos días: la pandemia del coronavirus, las malas decisiones de los gobernantes, los incendios alrededor del mundo, las erupciones volcánicas y la contaminación.
La contingencia nos ha desviado la vista de los conflictos que aún existen entre las grandes naciones, los países que años y años han llorado como Venezuela.
La pobreza, falta de trabajo, la inseguridad. Por todo ello el mundo llora. Pero también Señor, danos ese don de llorar la indiferencia cuando te lastimamos con el pecado, para llorar al fallarte cuando preferimos lo que el mundo nos ofrece.
Danos ese verdadero arrepentimiento que no nos permite reconocerte como nuestro salvador. En momentos de tristeza, traenos paz y consuelo.
Danos la dicha de caminar contigo y que este sufrimiento no sea en vano, que nos ayude a abrir los ojos a todo lo que estamos haciendo mal.
Repito el himno: Arrópanos, Señor, con la esperanza; ilumínanos con tu luz; guíanos con tu Espíritu. Tú sabes lo que anhelo, pero sobre todo, lo que necesito.
Permítenos darle a la gracia que derramas en nuestras vidas, el valor que se merece. Que San Miguel Arcángel me cuide de todo pecado. Que San Antonio de Padua bendiga mi casa y María Santísima me cuide de todo mal y peligro. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Muy buenas noches. La Paz sea con usted siempre. Oramos por tantos enfermos, los olvidados y moribundas.
ORACIÓN PARA PEDIR LA SALUD DE LOS ENFERMOS
¡Oh amabilísima Virgen de Lourdes, Madre de Dios y Madre nuestra! Llenos de aflicción y con lágrimas fluyendo de los ojos, acudimos en las horas amargas de la enfermedad a vuestro maternal corazón, para pediros que derraméis a manos llenas el tesoro de vuestras misericordias sobre nosotros.
Indignos somos por nuestros pecados de que nos escuchéis: pero acordaos, os diré con vuestro siervo San Bernardo, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a Vos haya sido abandonado de Vos.
¡Madre tierna! ¡Madre bondadosa! ¡Madre dulcísima! Ya que Dios obra por vuestra mano curaciones sin cuento en la Gruta prodigiosa de Lourdes, sanando tantas víctimas del dolor, guardad también una mirada de bendición para nuestro pobre enfermo.
Alcanzadle de vuestro Divino Hijo Jesucristo la deseada salud, si ha de ser para mayor gloria de Dios. Pero mucho más alcanzadnos a todos el perdón de nuestros pecados, paciencia y resignación en los sufrimientos y sobre todo un amor grande y eterno a nuestro Dios prisionero por nosotros en los Sagrarios. Amén.
Virgen de Lourdes, rogad por nosotros. Consuelo de los afligidos, rogad por nosotros. Salud de los enfermos, rogad por nosotros.
Rezar tres Avemarías.
Feliz descanso para todos que Dios les bendiga y que mañana miércoles tengan un día lleno de bendicione
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