La Oración de la noche a la Virgen Maria

 


Oración de la noche a la Virgen María, a nuestra madre purísima y amorosa que nos escucha, que está siempre esperando que la tengamos en cuenta.

Al llegar la noche, antes de ir a la cama, reza esta oración de la noche a la Virgen, y a través de ella entrégale a nuestra Madre tus preocupaciones.

Pídele por tus necesidades, encomienda a tu familia a su cuidado y protección, y pide su intercesión ante nuestro Señor, por el perdón de tus pecados.

Los valores que nos ha enseñado la Virgen María, cómo su fortaleza espiritual, su amor incondicional y su confianza en la voluntad de Dios Padre, nos llenan de motivos para imitarla y amarla cada día.

A continuación la oración:

Madre de Dios, vengo a ti en esta noche como acude un hijo a su madre después de un largo día, para hablarte y sentir tu amor y tu consuelo.

Virgen María, te doy gracias por tu infinito amor hacia mí y hacia todos los hombres. Por estar siempre a nuestro lado, escuchando y llevando a tu hijo nuestras súplicas.

Intercediendo eternamente por el perdón de nuestros pecados y por nuestras necesidades.

Madre bendita, te amo; y ruego a ti en esta noche que protejas a mi familia, especialmente a: ___

Que los cubras con tu manto de amor y tu dulzura de madre, para que duerman profundamente, dejando a un lado sus preocupaciones y confiando en que mañana será un nuevo día, y nuevas oportunidades y soluciones se presentarán.

Con la certeza de que el Señor Jesús, y gracias a tu intercesión, está actuando en sus vidas y está trayendo todas las bendiciones que están esperando.

Virgencita, te pido que llenes de amor mi hogar y mi vida, que se sienta tu presencia y protección cada día en todos los aspectos de mi vida y en las de las personas que amo.

Dulce Virgen María, ruega a tu hijo por nosotros, y ruega a tu hijo por mí. Para que me perdone por todas las veces que hoy le fallé en pensamiento, palabra y acción.

Así podré dormir y descansar esta noche, sabiendo que tu intercedes por mí y que velas mi sueño.

Madre bendita, te ruego que, durante mi sueño, prepares mi alma y mi corazón para un nuevo día de bendiciones.

Que me despierte completamente renovad@ y con ganas de hacer todas las cosas que debo hacer.

Que la fuerza del Espíritu Santo me empuje a actuar cada día de acuerdo con la voluntad del Señor; y que así mismo venga a mí la prosperidad, la salud, el amor y la felicidad que tanto ansío.

Virgen María, en esta noche, te pido por mí y por los más necesitados espiritual y físicamente.

Que aprendamos de ti:

A sobreponernos con fortaleza de las adversidades.

A confiar en las señales de Dios Padre.

A actuar siempre con entereza y bondad.

A amar sin juzgar.

Y, sobre todo, a vivir plenamente sabiendo que Dios nos ama y que tiene un plan para cada uno de nosotros y un plan para esta humanidad.

Virgen María, madre nuestra, te pido que:

Al caer la noche, la oscuridad del cielo se lleve también la oscuridad de la tierra.

Que cada mañana, nos traiga una nueva esperanza.

Que cada día, vivamos con más amor en nuestros corazones.

Bendíceme y protégeme de todo mal.

Amén.


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