Uno de los rituales más requeridos en estos tiempos en donde la gente necesita desprenderse de bienes materiales, es el ritual para poder vender una propiedad. Cuanto más desesperado estás por hacerlo, mientras más lo necesitas, el tiempo parece eterno. Si quieres intentarlo, puedes probar con este ritual para vender una casa, a ver si de una vez por todas puedes concretar ese negocio que tanto deseas.
San José, el carpintero y esposo de la Virgen María, es el santo patrono de los trabajadores y los que buscan casa, entre otros.
La creencia de que San José ayuda a vender casas data de la época de Santa Teresa de Avila, una religiosa del siglo XVI que enterró una medalla del santo y le rezó para que le ayudara a conseguir terrenos para fundar el primer convento de Carmelitas Descalzas – Convento de San José – en la ciudad de Ávila. Posteriormente, junto con San Juan de la Cruz, fundó el ramo de los Carmelitas Descalzos.
El ritual parece haber dado resultado y a partir de allí se difundió la práctica, con sus variantes.
La tradición moderna fue retomada en Estados Unidos la cual se remonta a por lo menos cinco décadas y se cree que cobró popularidad primero en la costa este, la cual tiene fuerte presencia católica. La información fue pasando de mano en mano, de casa en casa. Así, hay particulares que aseguran haber vendido su vivienda después de haber enterrado en el jardín una figura de San José. En muchos casos la recomendación era de su madre, pero también del propio agente inmobiliario.
San José se lo considera como un estímulo a la esperanza. Esa esperanza puede abrir expectativas, inspirar confianza. Todos sabemos que la confianza ha producido milagros a lo largo de los siglos.
Este ritual se inicia obteniendo una pequeña estatua de San José.
¿Qué hacer con la estatua de San José?
Empieza por elegir un lugar de honor en el frente de la casa para enterrar a la estatua de San José. Tener una conexión mental positiva con la ubicación es muy útil. Por ejemplo, enterrar la estatua en un jardín de flores sería una opción mejor que enterrarlo en el patio al lado del contenedor de basura.
Para aquellos que viven en un condominio, se puede optar por colocar San José en el fondo de una planta de maceta. Otro buen lugar para enterrar la estatua se encuentra directamente al lado del “Se Vende” en frente de la casa. Una vez hecho el pozo, sostiene la estatua con tu mano más hábil (mano dominante) y recita la oración.
La estatua debe ser enterrada boca abajo, con la cara de San José frente a la casa. Lo más importante mientras la estatua está siendo sepultada debes rezar la oración a San José. Pídele que bendiga tu vida con la venta de la misma tan pronto como sea posible.
No olvides de pedirle tu precio deseado para vender la casa o un precio por encima de él. Sigue rezando a San José hasta que la casa se venda.
Toma la oración (que tienes abajo) y colócala ante una vela de color verde. Sostén la vela en tu mano dominante. Para limpiarla frota desde el centro hacia cada extremo varias veces y no te olvides de la mecha.
Enciende la vela y a medida que tu vela se quema darás a conocer tu intención al universo. Recita la oración 9 veces sin parar (una Novena), luego doblar el papel que tiene la oración hacia arriba, y colócalo debajo de la vela y deja que la vela se consuma sola. Desecha la cera residual enterrándola encima de donde enterraste la estatua del santo.
Después de que la casa se venda, retira la estatua y llévala contigo. Después de mudarte a la nueva casa, coloca la estatua en el interior de la casa en un lugar de honor. Asegúrate de dar las gracias a Dios por enviar a San José para bendecir tu vida.
Oración a San José para vender una casa
Oh, San José,
Tú a quien nuestro Señor enseñó el oficio de carpintero,
y se aseguró de que estabas siempre bien ubicado,
escucha mi súplica ferviente.
Quiero que me ayudes ahora
Como tan bien ayudaste a tu hijo adoptivo Jesús,
y como tú con tus conocimientos y habilidades
has ayudado a muchos otros en materia de vivienda.
Deseo vender esta [casa / propiedad]
de forma rápida, fácil y rentable
y te imploro que cumplas mi deseo
trayéndome un buen comprador,
quien está ansioso, que cumple, y es honesto,
y me ampares de que nada impida la rápida conclusión de la venta.
Querido San José,
sé que harías esto por mí por la bondad de tu corazón
y a su debido tiempo,
pero mi necesidad es muy grande ahora
y tiene que hacerse se da prisa.
San José, me voy a poner en una situación difícil
con la cabeza en la oscuridad
y sufriré como nuestro Señor sufrió,
hasta que esto [la casa / propiedad] se venda.
Entonces, San José, lo prometo ante nuestro Señor
que recibirás mi gratitud eternamente
y llevaré tu dulce nombre en mis labios
donde quiera que yo vaya.
Amén.”
