Oh Dios por el amor que nos tienes,
por Tu gran clemencia y bondad,
por tu inmenso poder, tu fuerza y sabiduría,
te suplico mandes en nuestra ayuda cuanto antes
a san Miguel, san Gabriel, san Rafael,
y a todos los Santos, Ángeles y Arcángeles
de tu Corte Celestial,
así como a la Santísima Virgen María,
para que deshagan, corten y liberen mi persona
mi hogar, mi trabajo (o negocio)
de magias, conjuros, maldiciones o salaciones,
de todos los daños conocidos y por conocer,
de todos los males presentes y futuros,
de todos los enemigos visibles o invisibles,
tanto del alma como del cuerpo.
Concédeme Dios Padre y Señor nuestro
que todo quede perfectamente limpio y purificado
para que pueda entrar la abundancia y la prosperidad
y disfrutemos con paz, dicha y amor
de todos los bienes que por tu bondad nos envías.
Te ruego Señor misericordioso
que me concedas tranquilidad y sosiego,
aleja todo enemigo, mala persona y mal vecino,
acalla las calumnias, difamaciones, malas lenguas y chismes,
líbrame de envidias, rencores, odios y traiciones
y de todos aquellos obstáculos que impiden
que tenga una vida realizada, dichosa y llena de cosas buenas,
una vida donde no haya escasez, ni privaciones, ni carencias
y todo sea bienestar, cariño y felicidad.
Te pido por la salud, amor y armonía en mi hogar,
por la prosperidad en mi trabajo (o negocio)
por el amor en mi vida sentimental y familiar,
por la mejora de mi economía,
por la alegría y bonanza de las personas que amo.
Dios Padre Celestial, te ruego camines delante de mí
para que todo me salga bien,
guíame y protégeme en mis caminos,
lléname de bendiciones y dame siempre tu auxilio
y no dejes de librarme de todas mis angustias
sobre todo ahora que tanto te necesito:
(decir con mucha fe lo que se desea conseguir)
Padre Eterno, Tu que me cuidas con amor,
escucha estas sinceras suplicas
que con humildad y confianza te hago,
y concédeme todo aquello que me pueda hacer más fácil
mi vida terrenal ahora llena de problemas,
que todo en mi hogar quede libre de males enviados,
de envidias, odios, rencores y enemigos.
Dios todopoderoso, que me amas con amor eterno,
envíame a tus Ángeles, Arcángeles y Santos,
para que alejen todo aquello que perturba mi vida;
haz que reciba la protección y auxilio en la tierra
de aquellos que te asisten continuamente en el Cielo,
y haz que, por la Sangre Preciosa de tu Hijo,
y los ruegos de la Santísima Virgen María,
en medio de los peligros siempre me refugie en Ti
y nunca me aparte de los buenos caminos.
Oh Padre de bondad, amoroso Padre mío,
Tú que todo lo perdonas y todo lo olvidas
concédeme un corazón humilde y generoso
para saber reconocer mis faltas
así como un sincero arrepentimiento.
Tú que nos conoces y sabes lo que nos conviene,
aumenta mi fe para creer que todo proviene de Ti
y que todo lo que nos das es para nuestro bien;
y sobre todo enséñame a seguir los preceptos de tu amor
ayudando a mis hermanos los hombres.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Rezar tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.
Encender una vela marrón, morada o azul oscuro.
Es aconsejable quemar incienso y pasar por toda la casa,
o por el negocio o sitio que se desea limpiar y purificar.
