Paso 1. Decide que tú lo vales
Necesitas sentir que vales para alcanzar tus metas y convertirte en la persona que quieres ser. Dejar ir cualquier negatividad, te ayudará a conseguirlo más rápido.
Cómo te das cuenta de que vales, te preguntarás. Basta con hacer una elección y decidir que es el momento de comprometerte contigo mismo, con tus metas y con tus sueños y no dejar que nada ni nadie te desmotive.
Piensa sobre los efectos negativos que tiene mantener esas relaciones. Pregúntate a ti mismo:
¿Qué efectos están teniendo estas relaciones en mi vida?
¿Cuáles son mis metas y cuánto deseo alcanzarlas? ¿Estas personas están apoyando mis metas o lo contrario?
Paso 2. Identifica a la gente tóxica
La gente tóxica hace que te sientas peor que cuando empezaste a hablar con ellos. Hacen que baje tu nivel de energía. Hacen que te sientas desanimado. Observa cómo te sientes después de hablar con ellos, sobre todo el pecho y el estómago, que son áreas donde la mayoría de nosotros acumulamos el estrés y la ansiedad.
Hay una gran diferencia entre alguien que comparte contigo sus luchas/desafíos frente a alguien que se queja constantemente.
La gente tóxica tira por tierra tus ideas. Siempre cuestionan lo que estás haciendo. Dicen algo como: “Bueno, tal vez no deberías cambiar de profesión porque tienes un empleo seguro. ¿Qué pasa con los beneficios? ¿O tu jubilación?” Esto es bastante común y, a veces, sutil y difícil de notar. A pesar de que puede sonar como que te están dando consejos, al final, sólo están metiendo dudas en tu cabeza, porque tus acciones pueden hacer aflorar sus propios miedos e inseguridades.
La gente tóxica puede estar dentro del espectro de ser sutil. Incluso si están en el extremo menos severo del espectro, es importante identificar esto y trabajar para dejar ir a esa persona, ya que, aún así, te afectará negativamente.
Paso 3. Déjales ir
Sólo empieza. Usa cualquier método que creas apropiado. Evítales. No contestes sus llamadas. Discúlpate por ser distante, pero no necesitas dar explicaciones o defender tus acciones.
Evita cualquier explicación porque, probablemente, estarán en un estado de ánimo en el cual no estarán abiertos a escuchar. Pueden tomarlo como algo personal y, quizás se pongan a la defensiva si tratas de justificar tus razones.
Hazlo con gracia y con amor. Sé abierto con la posibilidad de que cuando estén listos para cambiar y ser más positivos, entonces tú estarás dispuesto a reavivar la relación.
Paso 4. No te sientas culpable
Una vez más, tú lo vales. Tienes que ser tu mejor amigo. Si no tomas las riendas de tu vida y bienestar, ¡nadie lo hará por ti!
No los estás abandonando, a pesar de que te puedes sentir así. Hay una diferencia entre abandonar a alguien y dejarle ir para que encuentre su propio camino. Si ya intentaste darles consejo, estímulo, o incluso una llamada de atención y no pasó nada, entonces nada que digas cambiará su forma de pensar o su comportamiento.
No es tu obligación mantener a esas personas en tu vida. Sea cual sea la razón, las personas crecen y cambian, y es normal que las relaciones evolucionen o se disuelvan.
Paso 5. Atrae la positividad
Rodéate de personas positivas. Estas son personas que:
Apoyan tus ambiciones.
Fomentan tus ideas, no importa si son arriesgadas, porque saben que son importantes para ti.
Están para grandes cosas. Son personas a las que admiras porque piensas que ponen a cada cual en su sitio.
Te lo mereces y puedes hacerlo. Comienza con la intención de cambiar tu vida y comprométete contigo mismo.
