La magnífica, oración de gran poder para casos muy difíciles


"Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán
todas las generaciones,
porque el Poderoso
ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.

El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia,
como lo había prometido a nuestros padres,
en favor de Abrahán
y su descendencia por siempre."

Rezar tres Avemarías, tres Padrenuestros y tras Glorias.


El Magníficat es un canto maravilloso, una oración católica que proviene del evangelio de san Lucas (Lucas 1:46-55). Reproduce las palabras que, según este evangelista, María, madre de Jesús, dirige a Dios en ocasión de su visita a su prima santa Isabel.

La Virgen María como madre nos protege, nos cuida, nos arropa con su manto, nunca nos deja solos, y en todo momento ruega por nosotros ante Dios, nuestro Padre  todo bondad y misericordia. 

Esta oración, muy milagrosa y de gran poder, hecha con gran fe, es para amparo, protección y ayuda: en las ocasiones de mayor necesidad, en los problemas que nos parecen difíciles o imposibles de solucionar, en las graves enfermedades, en las malas rachas, en la falta de trabajo, en los conflictos amorosos, ante los peligros, en las situaciones complicadas en la familia o en el hogar, cuando nos sentimos perdidos o con miedo, nos defiende de enemigos visibles o invisibles...
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