Señales de que estás con el hombre equivocado


Dicen que hay que besar a muchas ranas antes de encontrar a aquella que se convierte en príncipe… Todas las relaciones nos enseñan algo y nos aportan cosas buenas, si sabemos identificar y aprender las lecciones que nos traen. Pero es igualmente importante saber reconocer las señales que indican que estamos inmersas en una relación tóxica de la que es mejor salir.

Si te identificas con muchas de las que aparecen en esta lista, es bueno que reflexiones sobre por qué sigues con tu pareja cuando eso no te hace feliz. Tal vez no te sientes merecedora de amor y crees que si das mucho obtendrás lo mismo a cambio, o no te ves capaz de ser feliz estando soltera.

1. Vivir a su lado es como estar subida a una montaña rusa. Te despierta emociones intensas o extremas. En unos casos, de enfado y frustración. En otros, lo que predomina es la inestabilidad, la sensación de peligro, de que va a ocurrir algo malo. La paz y la serenidad brillan por su ausencia.

2. Tú estás centrada en él, pero él no en ti. No eres la prioridad en su vida, y ni siquiera ocupas un lugar destacado. Derrochas tu energía haciéndote cargo de él porque es un irresponsable, o bien siempre estás dejando tus planes en suspenso y adaptando tu agenda a la suya porque nunca sabes cuándo querrá hacer cosas contigo.

3. Te sientes exageradamente feliz con él y hundida cuando no está contigo. Esto sucede cuando estás con un “chico malo” que juega con tus necesidades y hace lo posible por mantenerte en su vida de la forma que a él le conviene, pero sin darte la atención y el amor que necesitas.

4. O bien te sientes aburrida, desmotivada, como si no tuvieras energía o él te la drenara. Es la sensación que predomina cuando estás con una pareja con la que no conectas en cuerpo y alma, y lo que les une es la dependencia emocional, el miedo a ser libres o a saltarse las convenciones sociales.

5. La relación con él te hace daño y en el fondo de tu corazón sabes que no tiene sentido ni futuro, aunque no lo reconoces en voz alta porque temes que al hablar de ello salgan a la superficie asuntos muy dolorosos que te dan miedo. Los que te rodean, y especialmente tus mejores amigos, también saben que estás en la relación equivocada.

6. Tienes que hacer un esfuerzo constante por encajar con él y hacer que las cosas sucedan. Los desacuerdos son más frecuentes que los momentos de felicidad y armonía, aunque estos también existan.

7. En otros casos, es él quien se esfuerza demasiado por resultarte agradable, y eso te irrita, te asfixia, mata tu deseo y tu sensación de libertad.

8. La relación con él se parece a otras que has tenido antes. Se repiten los patrones de conducta y los conflictos que ya has experimentado en el pasado. Te gustaría aprovechar esta oportunidad para resolver esos conflictos y cerrar definitivamente las viejas heridas con él, pero no encuentran la forma.

9. Estar juntos no les hace crecer. Por más que te esfuerzas, no logras despertar su ternura o unas ganas genuinas de hacerte feliz. Y tú a él no le admiras ni le quieres de verdad. En todo caso, estás enamorada de una imagen idealizada de él y no puedes evitar desear que cambie porque, en realidad, no te gusta cómo es.

10. Tienes una sensación de carencia, tristeza, impotencia… por mucho que esté salpicada de momentos felices o que en la relación haya cosas estupendas, como la química sexual.
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