Diente de león: Pidele un deseo…


Diente de león: Pidele un deseo…

Si ves un diente de león pide un deseo y sopla con todas tus fuerzas, tu deseo será concedido o ¿no?…

Cuantos de nosotros hemos hecho alguna vez esto de niños, cuando la imaginación no tiene límites y te permite soñar, nos contaron que si soplabas a la vez que pedías un deseo este se concedía.

Que cosa tan sencilla no solo nos hace pasar un buen rato, sino que además ayuda a la planta en la dispersión de sus semillas.

Los beneficios del diente de león  aunque son muchos, no han sido probados científicamente.

La creencia popular dice que ayudan a reducir el colesterol, es buena para mejorar la depresión, controlar la ansiedad, para las afecciones hepáticas, tiene propiedades diuréticas…

Se usa en la cocina para las adoranar nuestras ensaladas, incluso las “brujas” las utilizaban en sus adivinaciones. En el siglo XVI los magos aseguraban que si te frotabas con un diente de león serías bienvenido en todas partes…

Pertenece a la familia de las Asteraceas o compuestas, sus hojas de bordes dentados van a renacer cada primavera desde la raíz. Sus flores de un color amarillo intenso, al madurar se transforman en “molinillos” blancos llenando nuestros campos cada primavera, aunque florece casi en todas las estaciones, es en esta última cuando se muestra en su mayor apogeo.

Es un estupendo ejemplo de planta adaptada a la supervivencia, las flores se cierran al atardecer, pero también si hay una gran tormenta para protegerse. Sus semillas se dispersan con facilidad dejándose mecer por el viento, o anemofilia, atrae a gran variedad de insectos para que la polinicen, su forma les permite obtener la mayor cantidad de luz…

Como pequeñas hadas voladoras impulsadas por la caricia del soplo de un niño, nuestras semillas se van para florecer el próximo año. Pero en la naturaleza hay una gran variedad de formas interesantes de dispersar las semillas de las que hablaremos en otra ocasión.

Llega la primavera y las flores de diente de león de los jardínes se transforman en semillas. Muchas de ellas viajarán con el viento y se esparcirán por la tierra creando nuevas plantas para una segunda primavera.

Hay ciertas verdades que saben los niños y que se nos olvidan cuando crecemos. La magia del diente de león es uno de estos secretos de la naturaleza.

Sus semillas son un tesoro a ojos infantiles y también para aquellos que aún conservan su espíritu.

Su mágica forma es una explosión radial que fascina y cautiva.

Un regalo de la naturaleza que se vuelve efímero y frágil en nuestras manos, simbolizando cada semilla un deseo, una ilusión, un sueño por realizar que soplamos con fuerza para que se cumpla.

El diente de león se asocia también con dejar volar la imaginación, sin ataduras, sin prejuicios. Ese lugar dónde todo es posible y sólo nosotros ponemos límite.
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