Si hay algo difícil es reconquistar un amor perdido, es difícil pero NO imposible.
La oración para mi matrimonio te revelará que el corazón de tu cónyuge es como la Tierra Prometida, debes conquistarla con esfuerzo, valor y estrategias de Dios.
Ora así...
Amado Padre Celestial,
Vengo a clamarte por mi matrimonio.
Pasaron los años y nuestros corazones han cambiado.
Ambos hemos cometido errores; hemos permitido que pensamientos, decisiones y acciones incorrectas nos separen.
Cada dia estamos más separados el uno del otro. Nuestras almas crecen como reinos divididos. +
Cuando hicimos nuestros votos matrimoniales dijimos Si cuando oímos:
"...y los dos serán una sola carne; por consiguiente, ya no son dos, sino una sola carne.
Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe". +
Yo quiero reconquistar su corazón y expulsar todo lo que nos divide.
Decido levantarme de esta situación para pasar el Jordán que nos separa.
Ayúdame a entrar en su vida y ganar su amor.
Respetaré sus límites porque su vida no es mi propiedad, pero dentro de esos límites quiero ser el único/a habitante de su corazón.
Pelearé por reconquistar su atención completa, y con tu ayuda Señor, nadie me robará su amor ni me podrá hacer frente.
Ven conmigo Espíritu de Dios, no me dejes ni me desampares; porque este matrimonio es y será tuyo por siempre.
Me comprometo a esforzarme y ser valiente para tomar posesión de esta tierra que es su corazón.
Por favor, guíame Espíritu Santo a hablar las palabras correctas, a tomar las acciones adecuadas, a pensar bien y esperar siempre lo mejor.
Leeré la Biblia, háblame a través de ella, dame tus estrategias y tu sabiduría; yo no me apartaré ni a la derecha ni a la izquierda, y prosperaré en todo lo que emprendo para reconquistar su amor.
Meditaré en tus mandamientos de día y de noche, los pondré por obra y declaro que tendré éxito y todo me saldrá bien.
No temeré los desafíos que esta situación me traiga.
No desmayaré ante las amenazas que se levanten contra mi matrimonio, porque tú mi SEÑOR y Dios estarás conmigo dondequiera que vaya.
Desde hoy dispongo mi vida para prepararme y afrontar esta reconquista con determinación.
Cruzaré este Jordán de imposibilidades y tomaré posesión de su amor.
Como un guerrero se dispone para la batalla, también yo me dispongo a luchar valientemente contra todo lo que amenaza mi matrimonio.
Pelearé por esta unión hasta derrotar a todo gigante que se nos oponga, hasta que ambos disfrutemos de la paz que viene con el amor.
Y cuando volvamos a unirnos con ese amor total, nosotros haremos todas las cosas que tú has mandado, e iremos a dondequiera que nos envíes.
Ya no viviremos conforme el mundo enseña, porque sus estrategias y astucia barata ayudaron a destruir nuestro matrimonio; no volveremos a cometer esos errores.
Viviremos conforme tu Espíritu Santo nos guía, y nuestra unión será sellada con amor verdadero, con amor que perdura, con amor perfecto. +
En el nombre de Jesús,
Amén.
