Cada uno por razones distintas, los signos del zodiaco han decidido pasar una velada en compañía de sí mismos.
Están felices y dispuestos disfrutar de su espacio personal.
¿Qué harán en estas horas de soledad reconfortante?
ARIES: Comienza con sus videojuegos. La musiquilla de los mismos abren su apetito de baile. ¡Arriba! Recorre la casa bailando canciones diversas, mientras ordena su colección de música: ¿Qué hace la lambada metida en el disco de villancicos rockeros?
Tras el mega-maratón de baile, cae en la cama y se duerme en un tris.
TAURO: ¡Al fin solo/a! ¡Qué gustazo! Tauro libera endorfinas a granel cantando mientras se prepara una riquísima merienda-cena.
La saborea lentamente dando paso al tercer gran placer: un maratón de películas clásicas; sus preferidas de todos los tiempos.
GÉMINIS: Se da una vuelta por Internet sin mirar el reloj. ¡Qué lujo! Al rato, siguiendo la recomendación de una página, comienza a leer un libro muy aclamado.
Avanza unos capítulos y le pica el gusanillo de la escritura. Cierra ese libro y abre el de su mente. Las palabras le fluyen. ¿Dormirá esta noche?
CÁNCER: Como todo un maestro del relax casero, Cáncer pinta, lee o ultima los regalos manufacturados que va ofrecer por el día de reyes. O sea, se sumerge en sus tranquilos hobbies (ya te consta lo vasto de su repertorio).
Y, si toca devolver llamadas a familiares o amigos, se pone muy cómodo… ¡y a charlar!
LEO: ¿Qué me voy a poner para el cotillón de fin de año? ¿Y para elcumpleaños de Acuario?
Leo abre su armario para inspeccionar. Aprovecha para combinar y probarse modelitos, para poner un poco de orden y, si las opciones no le convencen, busca lo que necesita en las tiendas online.
VIRGO: Encantado/a con la idea de estas horas libres, las emplea en quehaceres productivos. Busca en Internet ideas prácticas para reducir el consumo de electricidad, por ejemplo, o para distribuir el mobiliario de la casa de una manera eficiente.
Lo bueno es que, al poco de leer las ideas que le interesan, las lleva a la práctica: limpia, cambia los muebles de sitio… y deja la casa que parece otra.
LIBRA: Medita: ¿Qué pienso? ¿Qué siento? ¿Dónde estoy? Y, a continuación, comparte la experiencia del encuentro consigo mismo/a en las redes sociales.
De paso, lee en la red historias trascendentes o mundanas de seres humanos interesantes. Conecta con su humanidad, para después llamar o mensajear a otros seres y hacerlos partícipes del cotilleo, digo… de las humanidades.
ESCORPIO: Lee o aprovecha para ver vídeos que, por su larga duración, tenía reservados para el momento.
También juega (oh, sí). Si bien, sus actividades recreativas son un misterio. Practica juegos inocentes, como buscar tu casa con el Google Earth y ver si es cierto que tienes una caseta en el jardín para tu rottweiler. Y practica otros… menos inocentes.
SAGITARIO: Tiene lecturas pendientes. ¡A por ellas! Placer que intercala con comenzar a planear su próxima aventura.
Este anticipo le lleva a hacer sus primeros pinitos con el idioma de la próxima zona que va a visitar o a aprender a tocar el instrumento preferido de los lugareños.
CAPRICORNIO: Había planeado dedicar este rato a hacer reparaciones diversas. Capricornio aprende lo que necesita con los tutoriales de Youtube y se pone manos a la obra.
Después de atender esos asuntos, comienza a hacer su lista de objetivos para el mes próximo. Además, realiza ajustes muy positivos en su vida: planea su dieta, recorta gastos superfluos del presupuesto, etc.
ACUARIO: Es totalmente imprevisible. A saber si se decanta por organizar un proyecto en las redes sociales o por sumergirse en placeres individuales poco comprendidos por el resto.
Por ejemplo, ponerse ciego a carcajadas con los efectos especiales de las primeras series televisivas ambientadas en el espacio… o con los de las películas de terror de serie B; escuchar música que los demás pagaríamos por no oír o trabajar en su último experimento (ultrasecreto, de momento).
PISCIS: Disfruta sumergido en el placer del silencio. Observa cómo el sol va ocultándose lentamente dejando visibles las estrellas.
Puede acompañar la poesía del momento con poemas escritos por otros autores. Puede identificar las constelaciones. Puede alimentar las ganas de hacer una excusión y contemplar el cielo nocturno al aire libre. Puede soñar hasta quedarse dormido arropado por tanta paz.
