LAS SEMILLAS DE CALABAZA ¡CONTRA EL CÁNCER, EL MAL HUMOR Y MAS!


Las semillas de calabaza son ricas en compuestos específicos que ayudan a combatir las células del cáncer y el mal humor.

Las semillas de calabaza tienen altos niveles de proteína, manganeso, fibra, magnesio y fósforo. También contienen grandes cantidades de zinc, que es esencial para el sistema inmunológico, estimulando el desarrollo y la división apropiada de células, mejoran así la visión, el sueño, el humor y el cutis. Son excelentes tanto para la salud mental como física.

Los científicos han encontrado que estas semillas pueden hacer milagros en la lucha contra las células cancerígenas. Las semillas de calabaza han demostrado tener éxito en el tratamiento de varios tipos de cánceres y también proporcionan un fuerte efecto anti inflamatorio.

Científicos de Alemania han confirmado que las mujeres en la etapa de menopausia deben comer más semillas de calabaza, ya que reducen el riesgo de contraer cáncer de mama en un 23%.

Por otra parte, las semillas de girasol tienen una eficacia similar. El aceite de las semillas de calabaza es saludable y eficiente para tratar casos de próstata agrandada. Es rico en antioxidantes y fitoquímicos, los cuales combaten y previenen el desarrollo de cáncer.

Las semillas de calabaza son una increíble fuente de proteínas, que es clave para poder perder peso. Los nutricionistas dicen que 30 gramos de semillas de calabaza contienen 5 gramos de proteína, así que si las consumes te sentirás lleno por más tiempo. Sin embargo, debes hacerlo con moderación porque una taza de estas semillas contiene 285 calorías.


Instrucciones:

El tostado:

1. Separa las semillas de la calabaza de la pulpa al introducir tus dedos a través de la pulpa y extraer las semillas.

2. Quita el exceso de pulpa al colocar las semillas en el colador y enjuagarlas suavemente con agua. Deja que se sequen.

3. Prepara una bandeja para horno con un espray para cocinar o con una pátina fina de manteca. También puedes colocar una hoja de papel de cera a lo largo de la bandeja. Coloca las semillas, esparciéndolas de forma pareja. Si lo deseas, agregále sal o aceite de oliva para añadirle un sabor adicional.

4. Cocina las semillas a 375 F por 20 minutos o hasta que obtengas un color dorado y sean difíciles de tocar. Sepáralas antes de comer para que se enfríen.

Comerlas:

1. Puedes comerlas con su cáscara o puedes quitarles la cáscara.

2. Quítales la cáscara al colocar tu dedo anular y tu dedo índice alrededor de la base de la misma.

3. Coloca la punta de la semilla entre tus dientes frontales y muérdela suavemente para romper la cáscara a la mitad; podrá verse la semilla adentro.

4. Haz palanca en la cáscara de la semilla usando tus dedos. ¡Y disfruta!

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