Siete consejos para evitar la negatividad y malas vibras


1. EVITE EL MIEDO
El temor deja una puerta abierta para que ingresen fácilmente las malas energías. Busque el refugio en la fe y en la protección del pensamiento positivo. Recuerde que nadie logrará dañarlo si usted se resguarda en el amor divino.

2. DESCONFÍE DE LOS REGALOS DE PROCEDENCIA DUDOSA
Si tiene enemigos o conoce a personas que no lo aprecian, jamás acepte algo que le ofrezcan, ya sea un simple objeto o un alimento. Recuerde que éste podría estar cargado de energías negativas de modo intencional.

3. LLEVE ALGÚN AMULETO CON USTED
Una buena opción para evitar ser afectado por el mal ajeno es llevar encima un amuleto protector que rechace las influencias malignas o un objeto sagrado, como la Biblia, la cruz bendita o un rosario.

4. NO TOQUE ENVOLTORIOS SOSPECHOSOS
Si en alguna oportunidad le arrojan algún “trabajo” en la puerta de su vivienda, nunca lo recoja con sus propias manos. Use algún elemento que lo ayude a hacerlo, como una pala y escoba, por ejemplo. Luego, diríjase a un lugar descampado y quémelo. Finalmente, de regreso a su casa tome un baño con sal para eliminar restos de negatividad. Estos consejos son los más adecuados si desea evitar los efectos nocivos de los “trabajos” de magia negra que algún enemigo pudiera hacer contra usted.

5. EXORCISE SU HOGAR
Durante los días de luna nueva, queme algunas hojas de sándalo, valeriana y eucalipto en un hornillo, y recorra todo su hogar. El aroma de estas tres hierbas juntas actúa como un poderosísimo incienso exorcizante. Además, el humo funcionará como un escudo protector.

6. LIMPIE SU ORGANISMO
Una vieja receta que recomiendan las curanderas para extirpar toda influencia maligna del organismo es tomar todas las mañanas una cucharadita de aceite de oliva bendecido. Otra opción es hacer n ayuno -tomar líquidos únicamente- durante todo un día.

7. PURIFIQUE SU ESPÍRITU
Para que su alma esté libre de influencias negativas provenientes del exterior, protéjase rezando todas las mañanas esta oración: “Ángel guardián y guía protector, suplico que, si mi alma es motivo de hechizos, embrujos y artificios de Lucifer y sus secuaces, la liberes de toda perfidia maliciosa. Aleja y destruye con tu santo poder e ilimitada benevolencia las armas del mal. Mantenme siempre triunfante sobre mis enemigos, para que tu luz pueda mostrarme el camino de la paz y la sabiduría
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