Parálisis del sueño, ¿qué es y cómo afrontarla?


¿Te ha pasado alguna vez que, crees haber ya despertado, pero no te puedes mover? Se llama parálisis del sueño y es un fenómeno que afecta a casi el 60 % de la humanidad. Conoce de qué se trata y qué hacer para afrontarla.


La primera vez que supe que algo extraño me estaba ocurriendo cuando dormía fue el día que creí despertar. Abrí los ojos, aunque los sentí pesados, (y me fue difícil hacerlo) y lo vi todo: la luz del día que entraba por la ventana de mi cuarto, la voz de mi mamá que le decía qué hora eran a mi abuelita, la cómoda al frente de mi cama, el pie de mi cama con las almohadas allí.

Cuando me dispuse a levantarme, fue cuando ocurrió: oh oh, no podía moverme. ¡No podía mover absolutamente nada de mi cuerpo! Apenas podía mover mis ojos y tal vez parpadear, pero nada más. Mis brazos y piernas no se movían y a duras penas podía controlar mi respiración. Esta se ejecutaba de manera autónoma.

Entonces, una gran angustia me invadió por completo. ¿Me quedaría así para siempre? ¿Me pasaría algo? ¿Se detendría mi corazón o mi respiración? o ¿Qué pasaba si de pronto ocurría un terremoto? ¿Me quedaría estática mientras todo se derrumbaba sobre mí?


Sin embargo, más tarde, averiguaría que lo que me ocurría no era un hecho aislado osobrenatural. Era una condición neurológica que millones de personas experimentan por lo menos una vez a lo largo de sus vidas

¿Qué es la parálisis del sueño?

La parálisis del sueño es una condición que ocurre, o bien cuando empieza la fase del sueño, o bien cuando esta termina y comenzamos a despertarnos. Estos periodos del sueño están en una suerte de frontera entre el sueño y la vigilia, por lo que, se cree, estos, de alguna manera se fusionan.

Por ello, es característico que en la parálisis del sueño, se mezclen elementos de la realidad con el sueño. Muchas personas, por esta razón, han declarado haber visto “una presencia” irrumpir en su habitación, sombras, demonios y hasta extraterrestres. Una característica de esta condición es que todos estos personajes son siniestros y siempre quien hacernos daño.

Casi todos quienes han sufrido de parálisis del sueño manifiestan que estas “entidades” se suben a la cama, se aproximan a ellos oprimen su tórax.

A lo largo de la historia

A lo largo de la historia de la humanidad, el sueño es un aspecto de la vida del hombre que ha generado intrigas. Tratando de definirlo, se le ha asociado con una condición supra natural, extra sensorial y hasta con connotaciones de magia y de muerte.


Ya lo decía el poeta español Francisco de Quevedo en su poema “El Sueño”:

Pues no te busco yo por ser descanso
sino por muda imagen de la muerte.

Y no solo esta fascinación se manifestaba en la literatura, sino en la filosofía, las artes y las ciencias. En el campo de la pintura, fue Salvador Dalí el poeta quien quizás se acercó más a graficar y entender el mundo de lo onírico. Su célebre cuadro La Tentación de San Antonio (mira la foto que sigue) plasma de una manera impactante su admiración y sus temores hacia el mundo de lo onírico.

Y este fenómeno es más antiguo de lo que yo pensaba. Ya en la Edad Media se trataba de explicarlo de acuerdo a las creencias de la época. Así, las explicaciones que se encontraban era que esta condición era obra del demonio o de las brujas. En Islandia se le solía llamar la “yegua”, a esta suerte de entidad maligna que irrumpía en la noche para dejar paralizadas a sus víctimas.

En todas las culturas, en todas las comunidades a lo largo de los siglos, la parálisis del sueño ha sido una incógnita que se ha tratado de descifrar. Quienes la sufren, manifiestan que esa experiencia no ha sido un sueño, o que no parecía un sueño, por su alto grado de realidad.


Por ello, muchos creen que han sufrido de experiencias paranormales, demoníacas, e incluso abducciones a manos de seres de otro mundo. Yo recuerdo alguna vez que sufrí otra parálisis onírica en que llegué a creer realmente que el diablo estaba fustigándome: mientras me encontraba inmóvil, escuché el sonido ese que hace la TV prendida, cuando ya no hay programación, y luego una risotada tan macabra como esa que suena al final del video Thriller de Michael Jackson… ¡realmente escalofriante!

Pero, lo que dice la ciencia, clarifica en gran medida lo que quizás a ti y de seguro a mí, nos pasa. Es un estado o condición neurológica, en que el sueño se confunde entre la naciente vigilia de la persona, así, elementos de ambos estados se mezclan. Por ello, las alucinaciones que creemos del demonio o de fantasmas, no son más que parte de nuestro propio mundo subconsciente onírico.

Los síntomas:

Sensación de despertar: con pesadez en los párpados de modo que tenemos una visión pobre de las cosas
Inmovilidad: pérdida de tono muscular, llamada también cataplexia. No se puede hablar, mover las extremidades ni la cabeza, ni los ojos
Sensación de angustia: tenemos la certeza de que no podremos despertar jamás y la sensación de indefensión.
Alucinaciones: los personajes extraños que aparecen: demonios, fantasmas, sombras, etc.

¿Qué hacer para afrontar la parálisis del sueño?

La parálisis del sueño puede ser considerada prácticamente como algo normal por lo que no hay que perder el control una vez que sucede. “Es una condición que ha existido desde siempre y lo que supuestamente sentimos, como ahogos, u opresión en el pecho son solo parte del mundo de los sueños, no de la realidad”.


Por ello, lo primero que debemos hacer es no desesperarnos. Recuerda que no ha habido parálisis del sueño en toda la historia de la humanidad que haya durado más de 3 minutos. Del mismo modo, esa sensación de que nos oprimen el pecho, debemos combatirla guardando la calma. Recuerda que nuestra función respiratoria no se detendrá, pues se controla automáticamente.

Nada de lo que sintamos o veamos es real, nada que esté fuera de la lógica o la razón: por ejemplo, si llegamos a ver las cosas de nuestra habitación, esto podría estar enmarcado dentro de la vigilia, pero si aparece de pronto sombras, fantasmas o un extraterrestre, pues de sobrado sabremos que estas imágenes no son reales.

Un truco que yo aplico para “avisar” que estoy en plena parálisis del sueño es hacer ruido al respirar. Recuerda que no podremos movernos o hablar, pero sí respirar, así que si empleamos un poco de fuerza para hacer que suene nuestra respiración, generaremos una suerte de alarma. Claro, previamente, mi pareja está avisada de que esta será la señal y entonces me despertará.

En general, esta condición puede evitarse llevando una vida más relajada, sin estrés, sin preocupaciones, que predispongan al cerebro a “desordenar” sus ciclos de sueño. Lo demás, los procesos, son conocidos y comprobadamente no afectan la salud corporal o emocional de las personas.

En los únicos casos en que debemos preocuparnos de esta condición es cuando aparezca estando influidos por trastornos como la narcolepsia o por alguna sustancia química (drogas).

Así que, no desesperarse, tomar las cosas con calma y dejar que pase. Ese el el mejor de los remedios. Te dejo con un video que da más luces sobre este fenómeno del sueño.
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